Suena al teléfono la llamada de otro amigo, Albert Hernàndez. Hola Albano, tengo una mala noticia. Ramon ha muerto. Yo no soy poeta y no puedo expresar el sentimiento que te recorre en ese momento.
En las noticias nos recuerdan su biografía y sus logros, extraordinarios: premios como el Ausiàs March, el Octubre, el Premio de la Crítica de los Escritores Valencianos, el Premio de la Crítica Serra d’Or y el Premio Maria Mercè Ribagorçana, y también el Premio Ciudad de Valencia de poesía y el Premio Alfons el Magnanim. Y se destaca su obra, lo que siempre quedará para todos, y donde continuaremos escuchando sus palabras y su voz, en particular cuando recitaba.
Desde la editorial La Orquídea de Darwin, por nuestro carácter ambiental, nos sentimos satisfechos de haber editado una antología de sus poemas relacionados con la naturaleza, la cultura y lo humano: Plou cendra des d’ahir. De las conversaciones para analizar los poemas, ahora me viene a la cabeza uno especial, duro, Una bicicleta blava:
Mon pare tenia
una bicicleta blava.
Amb ella anava
els caps de setmana
a peixcar tenques i llises
a la séquia del port…
… Va morir jove.
El cranc maleït
va esventrar-lo.
Des d’aleshores
la cendra del cor
no ha fet sinó créixer…
Un poema que expresa los sentimiento de cuando te deja alguien al que quieres, un padre, o te deja un amigo, así joven. Seguiremos leyendo sus poemas y dando a conocer su obra.